28 de enero de 2013

El diseño de los objetos del futuro

Últimamente he pasado algunas horas en las bibliotecas de Barcelona, desde siempre me ha costado estudiar y concentrarme en casa así que aprovecho las magníficas y abarrotadas instalaciones de las que diponemos. Después de algunas visitas se me ocurrió consultar el catálogo y ver si había alguna obra relacionada con la Interación persona-ordenador. Mi sorpresa fué grata al encontrar varios libros relacionados, entre otros he encontrado cierta bibliografía de Steve Krug, algunos libros de Jakob Nielsen y de Don Norman.

Así que cogí unos pocos y me he puesto a leer. Esta semana ha tocado El diseño de los objetos del futuro. La interacción entre el hombre y la máquina de Donald A.Norman.
Es un manual corto, de fácil lectura en el que el autor sigue en su estilo cercano y educativo. A lo largo del libro expresa sus puntos de vista sobre la disciplina y los cambios que ha sufrido durante los últimos 20 años desde que escribió La psicología de los objetos cotidianos.

Me parece algo loable que un investigador reconozca que cambió de opinión a que estaba equivocado. Hay que tener en cuenta que al final se trata de teorizar sobre una disciplina que está cambiando muchísimo.
El libro repasa la interacción persona-ordenador pero desde un punto de vista futurista. Analiza como nos relacionamos con la tecnología inteligente, que problemas encontramos y como será el futuro del diseño. Al ser la tecnología más y más potente se hace más evidente que hay un fracaso en comunicación y colaboración con el ser humano. La gran limitación de la IPO es la falta de una base común entre el ser humano y la máquina y se está evidenciando que es una barrera muy difícil de traspasar.

El autor defiende la tecnología aumentativa por encima de la automática ya que es voluntaria agradable y cooperadora. Algunos conceptos como la importancia de la retroalimentación siguen siendo fundamentales y otros como la affordance evolucionan al pasar a formar parte de la comunicación entre el diseñador y el usuario y no solo ser una propiedad del objeto.

Estas son las 6 reglas que Norman considera de oro en el buen diseño de interacción:

- ofrecer unas señales ricas, complejas y naturales
- ser prevesibles
- ofrecer un buen modelo conceptual
- hacer que el resultado sea comprensible
- ofrecer una conciencia continua que no moleste
- utilizar correspondencias naturales para que la interacción sea eficaz y comprensible

Una de la conclusiones del libro es que ante un ¨error humano¨ ya no hay que culpar siempre al diseño sino que a veces hay que culpar al usuario ya que ante las máquinas inteligentes y sus limitaciones el ser humano es el que tendrá que adaptarse (y no alrevés). Un cambio de punto de vista interesante.

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